Minidamiselas, muñecas de broche románticas y coquetas

Alicia ha conseguido dar esquinazo a los esbirros de la Reina Roja y ha regresado al reino de las MiniDamiselas. Se las ha apañado para abrir el portal mágico y, casi a la vez que ella, ha llegado un mensaje del país de las Maravillas que dice que la mismísima Reina Roja viene a por ella. Se dice que viene en son de paz y que no hay que enfadarla cerrando el portal, pero los MiniDamisielanos no están del todo convencidos. No obstante, van a permitir la circulación por el tronco mágico hasta que les lleguen más noticias del país de las Maravillas.

Alicia no está muy convencida con el plan de dejar el portal abierto, pues no se fía un pelo de las intenciones de la Reina. Aun así, no va a dejar que el miedo la invada y estará preparada para cuando ésta quiera aparecer por el reino de las MiniDamiselas.

¡Se acerca! ¡Ya viene! ¡La Reina Roja está en camino!

Hay muchas enfermeras en el hospital del pueblo de las MiniDamiselas y todas quieren tener su apartadito en nuestro blog.

Adela ya ha hecho su comunión, lo ha hecho genial y se lo a pasado muy bien. ¡Felicidades Adela!

Hace un tiempo Flora se puso enferma y, con su hermana de viaje, no tenía a nadie para encargarse de la floristería. Pero, para algo están las amigas, ¿no?

Así que, al enterarse de que su amiga necesitaba ayuda, Lara, que fue a la universidad con ella la sugirió que la dejara encargarse de la tienda mientras ella se recuperaba. Y la fue tan bien que Flora la pidió que la ayudara en la tienda más a menudo, a hacer los repartos, etc.

Ahora Flora está más desahogada con la floristería y Lara puede pasar más tiempo con su amiga. Ambas se lo pasan genial juntas y la tienda las va estupendamente.

Después de su arduo viaje por el país de las maravillas, Alicia ha decidido pasar unos días de relax con sus amigas MiniDamiselas, aunque allí tampoco ha conseguido descansar mucho, pues, al parecer, algunas cartas leales a la reina roja han conseguido salir del tronco del árbol y la están buscando por todos los reinos a los que se llega con los árboles encantados.

Alicia se tuvo que ocultar en el castillo de las princesas hasta que las cartas rojas se fueron. La muchacha estaba muy preocupada por los saqueos y destrozos que habían ocasionado por su culpa y decidió ir tras ellos para pararles los pies antes de que hicieran eso mismo con más reinos.

Se disculpó por las molestias que había causado y pidió a la bruja Ágata que la llevara hasta el árbol que hacía las veces de portal y lo cerrara tras ella para que no pudieran volver los secuaces de la reina roja.

Ahora todos están muy preocupados por Alicia y esperan recibir noticias suyas pronto, aunque saben que ella es una chica muy valiente y se las sabrá arreglar para derrotar a los secuaces de la reina.

Después de muchos días encapotados, la llegada de la primavera se agradeció mucho en el pueblo de las MiniDamiselas. 

En el parque los niños y niñas corrian y jugaban. Penélope cuidaba de sus flores silvestres mientras que Flora se ocupaba de las suyas en la trastienda de la floristería. Dos de nuestras princesitas, Cristina y Laura, paseaban por los alrededores de su castillo mientras conversaban. Nadia, la bailarina, danzaba alegremente en una de las casetas del parque mientras Carmen y el resto de "The MiniDamisela´s Band" tocaban. En otra de las casetas, desfilaban las chicas de Belén con los últimos modelitos que ésta había diseñado. Elisa repartía sus cromos de Hello Kitty repes entre las niñas del pueblo. Cloe y Diana acababan de amarrar en el puerto y llevaban a quien quisiera a navegar por la costa del reino. Ariel, la sirena, contemplaba a los viajeros escondida detrás de una roca. Sólo se dejaba ver por Thais, que estaba acomodada en lo alto del acantilado mientras trabajaba, absorta, en un nuevo relato. Rosa acababa de preparar unos bollos riquísimos de una receta que la había prestado Cintia y los repartía entre los niños. Aurora paseaba por los bosques colindantes a su reino mientras buscaba la gruta de la bruja Ágata, aunque fuera inútil, ya que ésta la había protegido con un hechizo de camuflaje.  Teresa había salido con un par de libros que pensaba que la gustarían a Laura y la estaba buscando para enseñárselos. Las recién casadas, Jessica, Marta y Elena, estaban sentadas en un mantel de picnic mientras se contaban las maravillas de los sitios que acababan de conocer en sus Lunas de Miel...

Y, en la estación de las MiniDamiselas, una nueva vecina que tiene una afición parecida a la de otra amiga del pueblo acababa de bajar del tren: Azucena.

¿Sabéis de qué afición se trata?^^

Os voy a presentar a Elisa, toda una fan de Hello Kitty. Desde los 4 años Elisa ha coleccionado toda clase de objetos y complementos de su personaje favorita. Tiene peluches, pegatinas, películas, las paredes pintadas con los dibujos de ella y sus amigos, un televisor con forma de Kitty, una tostadora que deja en negativo un dibujo de su cara e incluso la tapa del inodoro de su casa es de Hello Kitty.

Siempre lleva algo de Kitty allí donde va.

Un día, mientras estaba de vacaciones en Londres, la intentaron robar el bolso a la salida del metro. Aunque sabía que era peligroso, opuso resistencia al atracador. No llevaba gran cosa, pero no estaba dispuesta a perder su bolso de Kitty, además, ese era especial para ella, ya que se lo había regalado su hermana antes de irse al extranjero a estudiar. El atracador finalmente cedió, ya que veía que no merecía la pena, salió corriendo y se desapareció detrás de la siguiente esquina. Elisa nunca había pasado tanto miedo, pero había descubierto que era más valiente de lo que pensaba.

Después de aquel incidente se empezó a replantear su futuro. Hasta ahora había estado estudiando peluquería, pero sabía que realmente no era eso lo que ella quería hacer para ganarse la vida y empezó a ver con otros ojos una carrera que, desde pequeñita, siempre había querido hacer: la de policía.

Elisa completó sus estudios y consiguió entrar en el cuerpo de policía del pueblo de las MiniDamiselas.

Desde entonces tiene mucho mas aprecio a aquel personaje por el que dio el primer paso hacia este futuro que se abría ante ella y jamás se olvida de llevar una Hello kitty cuando sale a pasear.

(>^.^<)

Hoy Penélope a vuelto de sus merecidas vacaciones después de pasar la Semana Santa en una casa rural con sus amigas.

Se lo han pasado genial y todas están muy tristes por tener que volver.

Nada más instalarse salieron a dar una vuelta e investigar por sus alrededores. Habían decidido pasar las vacaciones en Candeleda, un pueblecito muy bonito que está junto a la sierra de Gredos, en Ávila.

El primer día, como hizo muy buen tiempo, lo dedicaron a pasear por el campo y, cuando caminaban junto a la garganta, Olga, que es muy torpe, acabó metida en el agua hasta las rodillas.

Montaron a caballo por el campo y fueron a recoger espárragos trigueros con los que Rosa las hizo una sabrosísima salsa para los espaguetis.

También visitaron Las Cuevas del Águila, en Arenas de San Pedro, y mientras todas miraban embelesadas las magníficas formas que han tomado las rocas por la erosión del agua, Flora se dio cuenta de que Rosa no estaba con ellas. Volvió sobre sus pasos y la encontró casi a la entrada de la gruta, apoyada sobre la pared mientras respiraba entrecortadamente. Rosa la contó que tenía claustrofobia y que, para rematar, había visto como un enorme y rechoncho murciélago se abalanzaba sobre ella. La dijo que no quería chafarles la visita y que volviera adentro con las demás, pero Flora decidió quedarse con ella para hacerla compañía hasta que salieran las otras, lo que fue un gran alivio para Rosa, ya que temía que el murciélago volviera para chuparla la sangre.

No tuvieron más incidentes en el resto de las vacaciones y todas se fueron con un montón de recuerdos compartidos y muchas anécdotas divertidas que contar.

¡¡Están deseando que surja otra ocasión para irse juntas de viaje de nuevo!!