Minidamiselas, muñecas de broche románticas y coquetas

Después de muchos días encapotados, la llegada de la primavera se agradeció mucho en el pueblo de las MiniDamiselas. 

En el parque los niños y niñas corrian y jugaban. Penélope cuidaba de sus flores silvestres mientras que Flora se ocupaba de las suyas en la trastienda de la floristería. Dos de nuestras princesitas, Cristina y Laura, paseaban por los alrededores de su castillo mientras conversaban. Nadia, la bailarina, danzaba alegremente en una de las casetas del parque mientras Carmen y el resto de "The MiniDamisela´s Band" tocaban. En otra de las casetas, desfilaban las chicas de Belén con los últimos modelitos que ésta había diseñado. Elisa repartía sus cromos de Hello Kitty repes entre las niñas del pueblo. Cloe y Diana acababan de amarrar en el puerto y llevaban a quien quisiera a navegar por la costa del reino. Ariel, la sirena, contemplaba a los viajeros escondida detrás de una roca. Sólo se dejaba ver por Thais, que estaba acomodada en lo alto del acantilado mientras trabajaba, absorta, en un nuevo relato. Rosa acababa de preparar unos bollos riquísimos de una receta que la había prestado Cintia y los repartía entre los niños. Aurora paseaba por los bosques colindantes a su reino mientras buscaba la gruta de la bruja Ágata, aunque fuera inútil, ya que ésta la había protegido con un hechizo de camuflaje.  Teresa había salido con un par de libros que pensaba que la gustarían a Laura y la estaba buscando para enseñárselos. Las recién casadas, Jessica, Marta y Elena, estaban sentadas en un mantel de picnic mientras se contaban las maravillas de los sitios que acababan de conocer en sus Lunas de Miel...

Y, en la estación de las MiniDamiselas, una nueva vecina que tiene una afición parecida a la de otra amiga del pueblo acababa de bajar del tren: Azucena.

¿Sabéis de qué afición se trata?^^