
La pequeña Clara es una niña muy curiosa e imaginativa. La encantan las historias de indios y vaqueros.
Sueña con montar en su caballo e ir a buscar aventuras a pueblos lejanos, y recorrer muchos reinos a lomos de su amado corcel.
Se lleva genial con Virginia, ya que ésta comparte su pasión por los caballos. Ambas sienten ese amor por estos animales desde que hicieron una excursión en la que les llevaron a pasear a caballo por medio del bosque.
Se lo estaban pasando tan bien que no se dieron cuenta de que se habían separado del grupo. Ellas pensaban que jamás volverían a la civilización y creían que tendrían que vivir en el bosque para siempre. Ya estaban ideando como construirían su casa y lo difícil que sería encontrar comida (todo ésto mientras seguían adelante por el camino), pero, gracias a dios, sus caballos habían pasado mucho tiempo en ese bosque y consiguieron encontrar, ellos solos, el camino hasta casa.
Se llevaron un susto muy grande pero jamás olvidarán la magnífica aventura que vivieron con sus amigos de cuatro patas. Desde entonces las dos están fascinadas con estos animales y coleccionan un montón de cosas que están relacionadas con ellos.