LA MENINA Margarita de Austria



En una de las últimas noches calurosas de verano se celebraba, como todos los jueves, un espectáculo en el Hostal del pueblo de las MiniDamiselas. Carmen y su banda tocaban sus lindas canciones para alegrar el corazón de los viajeros. Finalizada la actuación, el dueño del local se colocaba frente a un hermoso piano de cola y empezaba a acariciarlo con tan suavidad que todos los presentes dejaban su conversación para poder oírle.

Mientras comenzaba a subir el volumen de la música los comensales reanudaban la charla. En ese momento tan pacífico de la velada, se abrió la puerta y entró en la estancia una bella muchacha ricamente vestida. Más tarde, los allí presentes, dijeron que parecía una princesa del siglo XVII.

No saludó a nadie. Carmen, que también hacía de camarera, la acomodó en una mesa y la dama solo le pidió que le trajera un vaso de agua.

Desde su entrada parecía que la sala se hubiese enfriado. Varios vecinos del pueblo le preguntaron a Carmen que si sabía algo de la mujer y ella bromeó, que siendo tan pálida y misteriosa, solo podía ser un fantasma.

Poco a poco la gente se fue retirando a sus habitaciones y el salón quedó vacío salvo por la dama que había entrado en último lugar.

Carmen se acercó a su mesa y carraspeó. Al ver que no la prestaba atención, se sentó frente a ella.

La misteriosa mujer levantó la vista, pero miraba a un punto lejano, como si no tuviera a nadie delante de ella. Despegó los labios y empezó a hablar:

-“No espero que crea lo que la voy a relatar, yo tampoco lo creo a veces, pero debo contar a alguien mi verdadera historia o me veré obligada a vagar eternamente por este mundo.”-

Carmen tragó saliva y esperó a que la mujer continuara con su historia.

-“Hace muchos años yo era una niña muy feliz. Tenía muchas damas de compañía que me vestían muy ricamente y me daban todo lo que las pedía, en mi corte había bufones y juglares para entretenerme sólo a mí y muchos artistas querían retratarme.

» Mi madre me amaba mucho y me mimaba, tenía una hermana mayor, pero apenas me prestaba atención. Yo era feliz hasta que mi padre enfermó y mi madre tuvo a mi hermano, Carlos. Pasé de ser un punto clave en mi familia a ser un estorbo. Mi hermano era débil y enfermizo, pero era más importante que yo. Finalmente se decidió que Carlos se podía valer por sí mismo y que ya no me necesitaban, así que me mandaron con mi prometido, que también era mi tío.

» Finalmente me casé con él, fue una boda hermosísima, la más bella y opulenta que haya  visto Viena. Fui una buena esposa y le di varios hijos, pero nunca me hizo felíz.”- Tras decir estas últimas palabras hizo una pausa. Parecía débil, como si se fuera a romper en cualquier momento.

-“Crea cuando le digo que, sepa lo que sepa de mí, nunca habrá oído esto último que la voy a contar, pues en aquel momento sólo lo sabíamos dos personas y una de ellas murió antes de atreverse a decir nada a nadie.

» En aquellos días que viví junto a Leopoldo, mi marido, conocí a un joven apuesto y alegre que trabajaba en la corte. Era aproximadamente de mi edad y, al parecer, era hijo de una de mis damas de compañía. Todas las tardes le veía cuidar de los jardines reales y le envidiaba por poder mancharse las manos de barro, cuidar él mismo las flores y estar al aire libre.

» Una noche, mientras todos dormían, bajé al jardín a contemplar los últimos setos que había podado, me recordaban mucho a un cuadro de mí que había pintado un amigo de mi padre hacía varios años. En esos recuerdos me encontraba cuando me asombré de descubrir al muchacho espiándome.

» “Ven” le dije. “¿En quién te inspiraste para podar este seto?” 


» “En vos mi señora.” Me respondió. “Desde que os vi en la ventana observándome mientras hacía mis labores no pienso en otra cosa que no sea usted. Y pensé que, como os gusta tanto mi trabajo, quizá os alegrara ver una réplica vuestra en vuestro jardín.”

» La respuesta me aturdió y unos calores que no había sentido jamás subieron a mis blancas mejillas. “Gracias,” dije, “me alaga mucho.” Entonces el chico se empezó a acercar. Yo no me pude mover, estaba paralizada. Solo reaccioné cerrando los ojos cuando sus suaves labios rozaron los míos.

» Nueve meses después tuve a mi última hija, María Ana Antonia. Desde el día de su nacimiento no la volví a ver. Ni a ella, ni a nadie.”-

Cuando terminó su relato Carmen hubiera jurado que podía ver a través de ella, como si fuera transparente.

-“¿Por qué no has podido ver a ningún ser querido después del alumbramiento?”- La preguntó.

-“¿Recuerda que la dije antes que solo dos personas sabían lo ocurrido? Ya habrá supuesto que una era el muchacho y la otra yo. ¿Recuerda también que una murió antes de poder contar su historia?...”- Dejó la frase en el aire, ya a penas se la veía.

-“Ahora ya he podido contarle mi historia a alguien y soy libre. Libre de ascender a los cielos y conocer por fin a mi querida hija, libre de reunirme con mi amante y, después de trescientos treinta y siete años, libre de elegir a quien amar.”-

La dama se desvaneció del todo y Carmen pudo sentir cómo, poco a poco, volvía la calidez a la estancia.

El fantasma de la emperatriz Margarita de Austria se había ido.


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14 comentarios:

BEA dijo...

Preciosa!!!!!
Te ha quedado increíble
Muakis :)
http://elblogdechupiguaxi.blogspot.com/

casitadefieltromont dijo...

que bonita te ha quedado¡¡¡

Serendipity dijo...

Ohhhh!!! que bonita es una preciosidad el detalle del pelo, el vestido las florecillas todo!!! si es que las minidamiselas son fantásticas =)
Bsos.

Sara dijo...

Linda!!! como todas tus niñas.

Py dijo...

Que pequeña gran obra de arte ! :)

El Sotaescala dijo...

preciosa historia y bellisima muñeca- roser

☼ Carolina ☼ dijo...

holaaaaaaa!!
que linda
bellísima
te mando un abrazo
c@

Piluki dijo...

Una preciosidad, enhorabuena, y ahora que veo que estás de sorteo, voy para allá de cabeza.
Besos

anabelucraft dijo...

Una gran historia!! Y la muñeca es preciosa!
saludos

Anónimo dijo...

hola guapa , me gusta la muñequita , y la historia como siempre un placer poder leerte , un beso de pitufa ,hasta pronto.

Mis Mimosas dijo...

Preciosa la historia, y tu Margaria de Austria divina.
Besitos.

DIANA dijo...

Desde luego está currada la muñeca y el colgante Sun es precioso, me encanta.un saludito y feliz inicio de semana

silmarinecas dijo...

Ooooooh!
que preciosidad!

yayi dijo...

Que linda!!, està preciosa, bueno, todos los trabajos que nos ofreces, son bellos, que habilidad para crear. Felicitaciones, me encanta tu blog.
Pienso que son creaciones tuyas, muy propias.

Te invito visites mi blog, acabo de ingresar a este mundo, del blog, es muy interesante, me agrada.

atelier-de-yayi.blogspot.com

soy de Guayaquil.Ecuador.

saludos

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